VIOLENTOMETRO
El llamado Violentómetro
clasifica 27 actos de abuso sicológico o físico que se pueden sufrir durante el
noviazgo. Incluye desde hacer bromas hirientes, aplicar la ley
del hielo, celar, descalificar y humillar en público, hasta las consideradas de
peligro, como encerrar, amenazar, forzar una relación sexual, mutilar y en
casos extremos, asesinar.
El mecanismo fue diseñado por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) para
prevenir la violencia en la pareja, pues al menos 63 por ciento de los alumnos de esa
casa de estudios reporta ser víctima de algún tipo de agresión física o
emocional en el noviazgo.Tronco Rosas señaló que los
resultados del estudio "nos
llevaron a reconocer que existe un problema de violencia muy fuerte. Entre los alumnos se da sobre todo
como agresión física. Detectamos que hay empujones, arañazos y destrucción de
objetos personales, como el celular. Se argumenta que le llaman mucho a la
pareja y puede ser algún galán. Las mujeres también agreden. Hay un alto
porcentaje que pellizca o jalonea".
Es preocupante que
ninguno de los sexos "considere las agresiones sicológicas o físicas
como violencia.
Creen que si jalonean a su pareja no es nada malo. Ven como acto de amor que
les llamen a todas horas, que se les quiera controlar o se les prohíba estar
cerca de amigos o familiares. Es urgente romper con estos mitos".
El Violentómetro, agregó, permite
identificar con facilidad si se está en una relación de abuso.
Explicó que fue diseñado como una regla de 30 centímetros que en cada número
incluye un acto de agresión emocional o física.
Su clasificación se realizó tomando como base los datos
proporcionados por los alumnos, en los que detectamos tres etapas muy
claras."
La primera, en color amarillo, incluye la violencia
sicológica y emocional. Comienza con bromas hirientes. Sigue con chantajes y
mentiras, hasta llegar a las humillaciones en público, las intimidaciones o
amenazas, el control o las prohibiciones.
Indicó que continúa con una etapa, identificada en color
rosa, de agresiones físicas, en las que se pueden sufrir manoseos, caricias
agresivas, pellizcos, empujones, cachetadas o patadas. “Ahí les advertimos con la frase
‘¡Reacciona! No te dejes destruir’”.
La fase más peligrosa para la integridad física de la
persona –en color morado–, subrayó, es cuando ocurren agresiones como encerrar
o aislar, amenazar con armas de fuego, forzar una relación sexual, perpetrar un
abuso sexual o mutilar. "Es
quizá cuando se corre el mayor riesgo, donde los jóvenes deben buscar ayuda
urgente de un profesional", ya que en casos extremos se llega
al asesinato
http://www.youtube.com/watch?v=oHXCmyOjMls
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